Nos peleamos hasta en el extranjero, en las redes sociales, por lo que me dijo, lo que hizo y seguimos en el rumor, el cotilleo, la „copucha“, „chaqueteamos“ o miramos en menos a éste y al otro porque „no me cae bien“ o lo que sea. Sacamos los instintos más bestias habidos y por haber hasta sentirnos fuertes o mejor agrediendo al otro verbalmente.
Mi recorrido por los grupos de chilenos ha sido interesantísimo. Compruebo tesis, conceptos obsoletos y ofensas „cliché“. Generalmente se centran en la apariencia de él o ella. La imagen y si eres „bonito“ o „feo“ suele ser usado para ofender. Los genitales suben y bajan limitando argumentos. El abuso de confianza es extremo. A todos se tutean y se -ona o -ón sin conocerse y en „buena onda“ creen algunos. Da que pensar.
Sin duda que en temas políticos muchos especialmente los que estamos fuera del país, no sabemos nada y repetimos frases arcaicas, estructuras hechas sin reflexión. Tal como lo hacían nuestros padres y abuelitos. (!)
El „efecto cordillera“ duele. Queda de manifiesto que somos un oasis. Un oasis de ególatras emocionales. La cordillera nos aleja del mundo y enajena. Cero crítica ni menos intento de educarse, buscar información, controlarse al interactuar y sopesar lo que se dice.
Tratamos de no parecer sudacas pero seguimos tratándonos como bestias. Será que lo que le pasa al país no es nada más algo normal de cómo estamos acostumbrados a interactuar entre nosotros?
Analizo las respuestas y discusiones como buena lingüista y veo que NO NOS QUEREMOS como país…da que pensar…
Lo único válido es el proceso social del pueblo en Chile y dentro de Chile. La unión se ha dado en las calles y en las mesas compartidas en Cabildos y en conversaciones. La marcha por la paz fue el símbolo de lo que podemos llegar a ser algún día, unidos como equipo pero los humos se nos van a la cabeza, volvemos a ser emocionales, envidiosos del otro, de cómo se ve, si es flaca, rubia o gorda, fea o bonita, además desaparecemos de la supuesta lucha y pecamos de inocentes creyendo en el cambio cuando el presidente sale en la tele…
Creemos también en la imagen de unión de representantes de algunos partidos que firman acuerdos varios y la gente espera que se reordene así el país…
pocos se dan cuenta que no hay conducción, que el presidente no sabe y no quiere nada que más que avances hay esperanza y mientras tanto hay abuso y violación.
Tal cual como cuando llegó el colonizador ante el indígena y lo echó de su tierra.
No hemos cambiado, Chile.
Es más muchos se creen y hablan como jaguares y quieren atropellar a quien se le pone en el camino o balear incluso a quien se meta en su casa. Se abala el animalismo político tal cual casi como en otros países de África, dónde se exterminan seres humanos entre ellos y en países árabes donde se golpean personas y se empiedran con placer.
Nos comparo con ese actuar inhumano, soberbio y bestial.
Algunos han convencido a otros que hay „malos“ y „buenos“, los delincuentes (qué risa esta palabra…como si las familias millonarias del país no lo fueran..ja!) y los „vándalos“ (los jóvenes que usan jeans y poleras negras, como era? Un uniformado lo comentaba en un video..) son el enemigo como en una película de bajo presupuesto gringa y que se bajaron de la nave extraterreste a nuestro país para atacarnos -así se escucha- y es…
poderoso…
jaja!
muy poderoso…!
Qué miedo! y así el pueblo chileno de algunos sigue creyendo discurso infantiles de mal gusto y baratos.
Chile, así no creceremos. Dinero puede hacer cualquiera en serio, pero pensar sólo pueden lamentablemente algunos.
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Soy Natalia Pérez González, consultora educacional, docente, lingüista y entrenadora de bilingüismo, emprendimiento y alemán de uso diario. Chilena de corazón pero residente indefinida en Alemania. Elegí este país para vivir en libertad y en una sociedad heterogénea en cuanto a apariencias y en mentalidad.
Estudié en Heidelberg y en la PUC de Santiago de Chile.
Tengo una deuda enorme por haber estudiado en Chile y he estudiado gratis completamente desde los 13 agnos gracias a Suiza y Alemania.
Da que pensar, no?
Cualquier pregunta o comentario si gustan a natalia@multilingual-way.com